Si hay algo que ocupa lugar dentro de los armarios son los pares de zapatos, principalmente cuando la familia es numerosa o los lugares con mucha variación climática, en los cuales las personas tienen tanto botas de abrigo como sandalias u ojotas.

Por este motivo, muchas personas tienen dificultades de espacio y de organización a la hora de guardar sus calzados, ya sea porque no saben cómo conservarlos, así como también porque  no tienen lugar para colocarlos.

Si el inconveniente se relaciona con la falta de espacio, una excelente solución es contratar los servicios de Buenos Aires Guarda, empresa líder en recintos de guardado y bauleras para diferentes necesidades.

Ahora bien, si tenés lugar pero no sabés cómo mantener tus zapatos y zapatillas en buenas condiciones, anotá estos consejos.

Hacé una selección de calzado

En primer lugar, es necesario que hagas una selección en 3 grupos: calzado para guardar, para donar y para tirar.

Si el par está en buenas condiciones pero no lo usás más, donalo y si ya cumplió su ciclo, tiralo. De esta forma, lograrás reducir una gran cantidad de piezas para guardar.

Agrupalos por estaciones

Una vez que hayas descartado los pares que no sirven y que no vas a utilizar, agrupá los que te quedan de acuerdo a las estaciones del año.

Botas de invierno por un lado, sandalias de verano por el otro. Así llevar a cabo la organización será muchísimo más fácil.

Seleccioná el elemento de guardado

A continuación, es preciso que escojas una opción de almacenamiento para tu calzado. La elección depende de la frecuencia de uso y del tiempo en el cual estarán sin usarse.

Si los utilizás habitualmente, podés guardarlos en un espacio abierto para que los materiales de los zapatos respiren y se aireen. Ahora bien, caso sepas que no los vas a usar por un largo periodo, entonces tendrás que pensar otras opciones.

-Cajas

Este tipo de materiales protegen a los pares de la acción del polvo, la luz solar y las temperaturas extremas, factores que pueden resquebrajar la superficies de los calzados, volviéndolos inutilizables.

Si decidís utilzarlas, asegurate que los zapatos estén completamente limpios y secos para evitar la formación y proliferación de hongos y moho.

-Zapateros colgantes

Otra de las opciones más elegidas para almacenar calzados son los zapateros colgantes, que habitualmente se colocan dentro de los armarios.

Si bien son prácticos porque evitan que los pares estén al aire libre, no son los más indicados para guardarlos a largo plazo, ya que al no ser compartimientos herméticos, cualquier elemento puede introducirse dentro de los zapatos o bien presionar su superficie, haciendo que pierdan la forma.

Lo mejor es usarlos únicamente para zapatillas, zapatos planos y calzados casuales como ojotas o chinelas, dado que este tipo de piezas son más resistentes.

-Estantes

Si se trata de guardas pares que utilizás con frecuencia, nada mejor que los estantes o gabinetes abiertos que organizan el calzado y permiten la circulación de aire.

Si están expuestos, podrás ver más fácilmente los pares que tenés disponibles para usarlos cotidianamente.

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