En estos últimos años, el índice de enfermedades crónicas ha aumentado considerablemente. Atravesarlas es una situación muy delicada no solo para el paciente que sufre, sino para toda su familia. Por ello se hace imprescindible contar con la ayuda de  empresas de cuidados en el hogar.

¿Pero a qué se denomina “enfermedad crónica”? Se denomina enfermedad crónica a aquellas cuyos síntomas no se resuelven en el transcurso del tiempo. Pueden originarse a edad temprana pero afectan en mayor número a las personas de edad avanzada, cuando comienzan a padecer la sintomatología.

Entre las enfermedades consideradas crónicas se encuentran por ejemplo: la diabetes, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, tumores, enfermedades respiratorias crónicas, enfermedades mentales, VIH, trastornos músculo esqueléticos, problemas visuales y auditivos, enfermedades genéticas y del tracto gastro intestinal.

De acuerdo al tipo de patología, requerirá diferentes tratamientos. En el caso de la diabetes por ejemplo se deberá administrar al paciente la dosis adecuada de insulina. Los problemas visuales, por su parte, se atenderán a través de lentes y con procedimientos quirúrgicos. Por otro lado, en el caso del cáncer y los tumores se tratan con administración de quimioterapia, radioterapia y cirugía.

Como las enfermedades crónicas habitualmente suelen atacar a más de un órgano, será necesario concurrir a médicos generalistas y especialistas. La atención de ambos puede encontrarse dentro del Grupo Medincare.

Por otro lado, el diagnóstico de las enfermedades crónicas también diferirá de acuerdo al tipo de patología de que se trate. Por ejemplo en el caso de un ACV (accidente cerebro vascular) se deberá realizar análisis de sangre, tomografía computada, resonancia magnética o electrocardiograma. En tanto, en el caso de enfermedades genéticas se deben realizar pruebas de ADN específicas.

En tanto, las causas de este tipo de patologías también son diferentes debido al amplio espectro que abarcan. No obstante, existen ciertos factores que incrementan los riesgos de padecerlas tales como la mala alimentación, el humo, el abuso de alcohol y el sedentarismo.

Estos son algunas de las causas de la aparición de problemas que a largo plazo se pueden transformar en enfermedades crónicas, como por ejemplo: hipertensión, colesterol alto, glucemia elevada y obesidad. Sin embargo, existen otros factores que no pueden controlarse como la edad y la predisposición genética.

La mayor parte de este tipo de enfermedades se puede controlar en el tiempo, pero no tienen una cura definitiva. Por esa razón, traen como consecuencia para el enfermo y su familia una importante carga económica, dependencia y discapacidad. Eso hace que representen un problema de salud a nivel estatal y una carga importante para la salud pública.

Es más, de acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud) cerca del 80% de las enfermedades crónicas afectan a los países de bajos a medianos ingresos, donde habita la mayoría de los habitantes del mundo. Estas enfermedades que en porcentaje representan un mayor número de muertes que las originadas por accidentes u homicidios, podrían controlarse con una mejora en la calidad de vida de las personas.

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